En el sector inmobiliario, las crisis pueden golpear en cualquier momento. Pero una buena estrategia financiera puede ser la diferencia entre el colapso y la recuperación.
Esta es la historia de una desarrolladora inmobiliaria en Costa Rica que, al borde de la quiebra técnica, logró transformarse en una empresa rentable gracias a la visión y liderazgo de un CFO experto en real estate y construcción.
La empresa había lanzado un ambicioso proyecto residencial en la zona costera de Costa Rica. Sin embargo, debido a sobrecostos en construcción, demoras en permisos y una mala gestión del flujo de caja, se encontraron en una situación crítica: quiebra técnica.
En Costa Rica, la quiebra técnica ocurre cuando una empresa tiene más pasivos que activos, es decir, sus deudas superan el valor total de sus bienes y proyectos. Aunque esto no significa necesariamente que la empresa debe cerrar, sí implica que los bancos, inversionistas y proveedores pierden confianza, cortando financiamiento y restringiendo la capacidad de operación.
En este caso, la desarrolladora tenía:
Deudas millonarias con bancos y proveedores.
Propiedades sin vender y proyectos detenidos por falta de liquidez.
Una estructura fiscal deficiente que generaba altos costos operativos y fiscales.
Poca transparencia en su contabilidad, lo que alejaba a posibles inversionistas.
Sin acceso a financiamiento y con pagos atrasados, la empresa parecía destinada a la quiebra definitiva. Pero entonces, entró en escena un CFO con experiencia en crisis inmobiliarias.
El nuevo CFO tomó decisiones clave desde el primer día:
1. Reestructuración de deudas: Negoció con los bancos para extender los plazos de pago y reducir tasas de interés. Logró acuerdos de pago con proveedores, evitando demandas que podrían haber paralizado la empresa.
2. Optimización fiscal y contable: Identificó gastos innecesarios y corrigió errores fiscales, asegurando el uso adecuado de créditos de IVA y deducciones.
3. Reactivación de ventas y flujo de caja: Implementó nuevas estrategias de preventa y financiamiento directo para atraer clientes y generar liquidez rápida.
4. Transparencia y confianza para inversionistas: Presentó estados financieros claros y auditados, recuperando la credibilidad ante socios estratégicos.
5. Reestructuración operativa: Implementó nuevos procesos de control de costos en construcción, evitando sobrecostos y asegurando márgenes de rentabilidad.
En menos de dos años, la empresa pasó de estar en quiebra técnica a ser nuevamente una desarrolladora confiable y rentable. Los bancos restablecieron sus líneas de crédito, los inversionistas volvieron a confiar y las ventas aumentaron, permitiendo la expansión de nuevos proyectos.
Este caso demuestra que, incluso en momentos críticos, un CFO con visión estratégica puede salvar una empresa inmobiliaria.
La planificación financiera, el control de costos y una correcta gestión tributaria pueden ser la clave para transformar una crisis en una nueva oportunidad de crecimiento.
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